37 Capitulo: "Quemarnos juntos"

Tres de la madrugada me encontraba con mi amiga Zaira hablando de su relación con Hernán. Otra cosa no podía hablar ella; Mientras ella hablaba yo estaba en otro mundo, mejor dicho en el mundo de Pedro.
Realmente me había vuelto muy loca este chico. Cada vez que sentí sus labios rozar por los míos, esa sensación de agarrarlo del cuello y tirarlo a la cama, y hacer el amor; Nunca dese tanto a una persona como a Pedro. Y creo que nunca mis hormonas estuvieron tan locas.
Cada roce de su mano en mi piel, así que lo desee mas.
Completamente colgada en la nueve o mundo de Pedro estaba; Y mi amiga que hablaba, y hablaba de Hernán... Pero no escuche mas su voz y note que se había quedado completamente dormida en el sillón. ¿Me habrá dicho algo?. Me reí sola y me paré.
 Fui a la cocina por un vaso de jugo y cuando estaba por tomar me quitaron el vaso de la mano...
Paula: ¡Vos si que sos rápido!
Pedro: ¿En que sentido? -Rió- Mira que soy rápido en varios sentidos.
Paula: ¡Tarado! -Le quite el vaso riéndome-
Pedro: Y tú sos muy...
Paula -Interrumpí-: ¿Muy que?
Me acerqué con el vaso en la mano; Él al parecer creyó que le iba a dar un beso pero comencé a tomar el jugo.
Pedro: Sos muy calentona.
Paula: ¿Calentona? ¿Te caliento? -Dije riéndome-
Pedro: ¿Hace falta que te lo digo?
Paula -Deje el vaso en la mesada-: ¡Me gusta que me lo demuestren!
Pedro -Me agarro de la cintura y me atrajo hacía él-: ¿Te gusta el fuego? -Susurró-
Paula: Mm... ¿Por qué?
Pedro: Porque al parecer te gusta quemarte.
Paula: Depende que fuego sea... -Dije picara-
Pedro -Rió-: ¿Qué fuego te gusta más?
Paula: Prefiero demostrar.
Pedro: ¿Sos muy demostrativa?
Paula: A veces. -Sonreí-
Pedro: ¿Te dijeron alguna vez que tenes una hermosa sonrisa? -Negué riendo- ¿No? Que raro, che...
Paula -Largue una carcajada y me aleje de él-: Sos un tarado.
Pedro: Un tarado que te vuelve loco, o me equivoco?
Paula: Si, te equivocas y mucho. -¡Mentira!-
Pedro: ¿Segura? -Yo asentí nerviosa- Ah, porque no parece...
Paula: No sos el único mi amor. -Dije pegandole una palmadita en el hombro-
Pedro: ¿Soy tu amor? -Negué- ¿Entonces?
Paula: Una forma de decir... -Dije obvia y salí de la cocina-
Pedro: ¿Quedó dormida? -Asentí- ¿Te quedas a dormir?
Paula: ¡Gracias por tu invitación, pero te ganaron de mano...! -Reí- ¿Juanchi?
Pedro: ¿Me estas cargando vos? -Yo me reí- No te rías...
Paula: Para... -Dije riéndome- Que celoso que sos.
Pedro: No soy celoso.
Paula -Comencé a caminar a dirección del cuarto que mi amiga me dijo a donde pudiera dormir-: ¡Admití que sos celoso!
Pedro: No soy celoso. -Dije rodeando sus brazos por mi cintura y colocando su mentón en mi hombro izquierdo-
Paula: No te voy hablar hasta que lo admitas. -Llegamos a la puerta de cuarto- ¿Y?
Pedro: No. -Trate que me soltará pero no pude- ¡Tampoco creas que te voy a soltar!
Yo solo quedé parada mirando la puerta del cuarto y ni le dirigía la palabra. Sin mas tardar esperé de su reacción; Me dio vuelta haciendo que me contra la puerta, pero esa maldita puerta se abrió y por poco me caía, pero el me agarro. Me comencé a reír al igual que él... Pero mucho no duro esa risa. Me volvió apoyar contra la puerta y quedamos enfrentados.
Sentía su respiración cerca de mi boca; Pero luego sentí como su nariz comenzó a jugar con la mía y yo le seguí el juego, hasta que nuestros labios chocaron y sin perder mas tiempos se unieron.
Era tan perfecto, sus besos eran perfectos, él era muy perfecto. Nuestras cabezas iban a la perfección de ese beso, y acompañado con las lenguas que no paraban de juguetear.
Sus besos comenzaron a aumentar, de ternura paso a hacer apasionado; Apasionado y dulce; Así que me calentará mas, malditas hormonas que se volvían locas. Sus besos comenzaron a bajar hasta mi cuello.
Paula -Murmuré en su oído-: Si se quema uno se debe quemar el otro.
Pedro -Susurró suavemente en mi oído-: Quememonos juntos.

Continuará...
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