65 Capitulo: "Bajo las estrellas"

Pasaron solo tres días desde que llegamos a Cancún. En estos tres días visitamos muchos lugares y sobre todo la playa que insistimos tanto con Zaira.
La verdad era una belleza Cancún, muchos lugares, negocios, todo hermoso.
   Ahora nos encontrábamos yendo nuevamente a la playa. Eran las cinco y cuarto de la tarde. Mucha gente no iba a esa hora, siempre estaban un poco más temprano o a la mañana.
Nosotras con Zaira no quisimos quemarnos tanto, no queríamos estar tan negras. Pero algo si queríamos quemarnos, ¿se entiende?
Hernán -Dejando las cosas en la playa-: Ya volvemos, vamos a comprar algo.
Zaira: No se vayan a perder. -Yo reí-
Hernán: Mi amor, que vos te hayas perdido no quiere decir que nosotros también nos perdamos.
Zaira lo fulmino con la mirada y desvió rápidamente para mirarme a mi.
Paula: Se enojo... -Dije al mirar la cara de Zai-
Hernán rió y se arrodillo y le dio un beso en la mejilla. Claro que también le susurro algo en el oído, cosa que no escuche y tampoco quería escuchar, era cosa de mi amiga y él.
Hernán y Pedro se fueron y nosotras quedamos acostadas hablando del lugar.
Zaira: No, no, no. -Dijo tapándose la cara-
Paula: ¿Qué pasa? -Dije mirando para todos lados-
Zaira: Mira... -Dijo señalando a dos chicos que estaban pasando o ¿se estaban acercando?-
Paula: Se están acercando Zaira. -Dije susurrando-
Zaira: Di que no tienes.
Paula: ¿No tengo qué?
Zaira: Novio... -Dijo riéndose-
Paula -Negué-: Ni sueñes.
Zaira -Revoleo los ojos-: Quería divertirme un poco.
Paula -Reí-: Cállate que... -Tragué saliva al ver que habían llegado-
Zaira: Hay mucha sombra. -Dijo riéndose-
-¿Están solas chicas? -Pregunto un rubio con unos ojos bien claros marrones-
Zaira: Si y no.
-¿Cómo si y no? -Dijo riendo él otro chico pelo castaño y ojos verdes algo claros-
Zaira: Que ahora estamos solas pero ya viene nuestros novios. -Dijo sonriendo-
-Me extraña que ustedes no tengan novio. -Dijo sonriendo- ¿Cómo se llaman?
Zaira: ¡Zaira!
Paula: ¡Paula! -¡Al fin hable!-
-Paula, que lindo nombre. -Yo solo sonreí-
Zaira: ¿Y ustedes?
-Yo Pedro y él Nicolas. -Dijo señalándolo-
Paula: ¿Pedro?
-Decime Peter... -Dijo riéndose-
Paula: Peter... -Dije pensando- lindo apodo.
Zaira: El mismo que de mi primo.
Peter: ¿Ah, si?
Zaira -Asintió-: Es el novio de ella.
Peter: ¿Tú novio? -Me miro-
Paula: Si.
Peter: Para que no te olvides de mi nombre. -Dijo sonriendo- ¿Vamos, estás chicas tienen dueño?
Yo y Zaira reímos, y ellos se fueron.
Zaira: ¿Ofendido?
Paula: Hum... al parecer no le gusta que le corten el rostro.
Zaira -Rió-: ¡Peter!
Paula: Pedro, Peter, es lo mismo. -Dije riendo-
-¿Qué es lo mismo? -Nos dimos vuelta las dos juntas y eran los chicos-
Paula: Nada. -Tragué saliva-
Hernán: ¿Seguras? -Nosotras asentimos- Tomen... -Nos dieron unas latitas de pepsi-
Pedro -Se sento alado mío-: ¿Quiénes eran?
Paula -Tragué rápidamente el trago de pepsi y mis ojos lagrimearon por el gas-: ¿Ah?
Hernán: Los chicos que estaban acá... -Dijo abrazando a Zai-
Zaira: Hum... unos que vinieron a preguntarnos si estábamos solas.
Pedro: Supongo que le dijeron que no. -Dijo mirándome-
Paula -Lo pegué en el brazo-: Claro que le dijimos que no.
Zaira: Bueno, bueno... le dijimos si y no.
Hernán/Pedro: ¿Cómo si y no?
Paula: Woh... -Dije riendo- Preguntaron lo mismo que ellos.
Zaira -Rió-: En ese momento estábamos solas y que ustedes estaban por venir.
Pedro: De seguro les dijeron: Nos extraña que no tengan novios. -Dijo revoleando los ojos y yo riendo asentí- Ves...
Hernán: ¿Le dijeron sus nombres?
Paula: Si, ellos también.
Zaira: Encima hay uno que se llama Pedro. -Dijo riendo-
Pedro: Hum... -Dijo abrazándome- ¿Soy mas lindo que ese Pedro?
Paula -Asentí-: Demasiado lindo.
Pedro rió y me dio un beso, y susurro un "te amo".

Diez y media de la noche nos encontrábamos volviendo al hotel. Bah. Íbamos a dejarlos a los chicos en el hotel, nosotros íbamos a ir a otro lado.
 Luego de un viaje no tan largo, los dejamos a los chicos y volvimos a partir hacía la playa a donde íbamos a quedar un ratito.
        Descalzos comenzamos a caminar por la playa de la mano. Era aún mil veces mas lindo que con la luz del día.
Las estrellas resaltaban en esa oscuridad y la luna alumbraba casi todo la playa. Los pies se nos mojaron y estaba helada, pero esa sensación cuando se mojan los pies caminando por una playa es única.
Pedro: ¡Veni! -Dijo agarrándome de la mano y haciendo que nos acostáramos en la arena-
Paula: Mira... -Dije señalando a unas estrellas- Le veo forma de corazón...
Pedro: Busca a las tres Marías.
Paula: Difícil... -Dije riendo-
Pedro: Yo ya las encontré.
Paula: ¿A donde? -Mirando por todos lados-
Pedro -Señalo-: Ahí... ¿ves?
Paula: Si, si, ahora si. -Sonreí- Este lugar a la noche es mas lindo que a la mañana.
Pedro: La verdad que si. -Dijo acariciando mi pelo-
 Levante mi cabeza y me acerque hacía sus labios. Jugué con su nariz, besé su nariz y luego comencé a besarlo dulcemente.
Pedro: ¿Nos quedamos acá o volvemos? -Entre besos-
Paula: Hum... -Pico- Nos quedamos.
Pedro: Pero volvemos temprano, ¿eh?
Paula -Asentí y lo seguí besando-: Sos el único que me da fuerzas para seguir adelante. -Entre besos- Te amo.
Pedro: Yo también te amo mi amor.
Me subí arriba de él y comencé a besarlo tiernamente, mientras mis manos se ocupaban de jugar con su cabello o sino acariciar tiernamente sus mejillas.
Sus manos se posaron en mi espalda y con una suavidad me acarició. No solo mi espalda, sino que también mis brazos y termino una mano en la nuca y la otra en la cintura.
    Las estrellas fueron testigos de aquel momento tan lindo y mágico que vivimos allí. Hacer el amor con él bajo las estrellas fue un sueño echo realidad.
   Hoy mas que nunca estaba segura que quería compartir una vida entera con él.
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